Bar restaurante Venta los Ángeles - El Castillo de las Guardas, Sevilla

Samu S.

Restaurante a pie de carretera para los que visiten o hayan visitado la Sierra de Aracena o el Castillo de las Guardas. Comida muy rica, los huevos fritos riquísimos y la atención muy buena. Sin duda merece la pena ir para comer a un precio contenido.

JOSE L. M.

Paramos para tomar café con pasteles. Bien de calidad pero de precio excesivo para el tamaño. El cercado con las cabras y esas gallinas de patas largas todo un reclamo para niños y mayores. Probaré otro día a ver qué tal los desayunos. La zona de aparcamiento amplia pero bastante descuidada

Eva M.

Estuvimos tomando café con unos dulces y estaban buenísimo, ese día había muchas gentes,pero nos sirvieron bien. De regreso d Aracena,después de ver la feria del jamón, nos acercamos a la venta los Ángeles para comer ,estaba todo exquisito,muy amables los camareros sobre todo la simpatía y agrado a los clientes, gracias Pepi por servirnos tan bien. Hasta pronto.

Ana F.

Todo buenísimo y de calidad, el servicio excelente. También hay productos de la zona para vender. Sin duda lo recomendaré!

MARIA A. C. A.

Lugar de carretera donde hemos parado a comer. Camarero poco eficaz. Le tuvimos que pedir el pan tres veces, puso el aliño en vez de en tapa, en ración y la cerveza, en vez de grande, pequeña. No daba ni una.. La carne de venado tenia buen sabor, pero estaba fría. De precio a diez euros cada plato y el solomillo quince euros.

Ana M. L.

Me encanta este lugar, es lo mejor que encontrarás camino a la sierra de Aracena.

Lo único que podría decir, por poner una pega, es que me encantaría que tuviera croquetas de setas o queso y un buen pisto casero. Por lo demás, la calidad y cantidad de comida es abundante y muy buena.

Gracias por atendernos tan bien

marta C.

Buenísimo desayuno camino a Aracena, con variedad para elegir lo que quieras echar a tus tostadas. Volveremos seguro.

Francisco J. B. M.

Paramos a comer en este bar de carretera, lo primero que puedes sentir es un fuerte olor a machos de cabras que están frente al bar junto a más de 100 pollos dando un fuerte olor a la terraza desagradable.
Al entrar fui a preguntar si había mesas y de malos modos me contestaron que no había, a lo cual le dije a mi compañero que nos fuéramos, una señora nos paró y nos dijo que esperáramos un momento que iban a estar en breves unas mesas libres.
Al mirar la carta los precios eran asequibles de los platos. Pero al pedir la cuenta nos metieron la clavada:
Una botella de agua 2,50
Una tajada de melón de postre 4 euros
Y otro postre insípido 4 euros
Para terminar nos querían cobrar 1, 50 por el pan que ni nos habían servido.
Trato de los camareros muy poco profesional, eso sí la señora del bar nos atendió muy bien y la carne de carrillera aunque no era abundante estaba buena.
No me gusta poner malas reseñas pero sintiéndolo mucho no volveremos a parar. No es un lugar adecuado para cobrar eso precios.